Desde hace tiempo tengo muchas ganas de una tina para echarme a relajar, y si eso no se puede, al menos para darme unos choques térmicos y así activar mi sistema circulatorio y de paso algunas cascadas anti-inflamatorias. Este miércoles por fin se me cumplió el sueño. Mejor dicho, mi querido Feliciano me hizo mi sueño realidad y no solamente me compró mi tina, sino que también me la instaló 🥰🥰🥰. A ver qué les parece.


A poco no está padrísimo mi nuevo centro hidrotérmico?! A mí me encanta. 🤩😂
Después de una junta que tuve esta mañana por zoom para discutir los síntomas después de la vacuna contra covid y su asociación con la respuesta inmune, me quedé un poco vacía de energía. Discutimos sobre estadística, fisiología, inmunología y otras logías alrededor, así que mi cabeza estaba ya un poco al borde del desvanecimiento cuando terminamos. Gracias a que mi Feli está en casa esta semana, me pude valer de sus empujones y convencimientos para que me metiera a estrenar mi «tina hidrotérmica» para despejarme un poco mentalmente.
Afuera hacía frío y a pesar de los 9 grados celsius, decidí ponerme el traje de baño y una bata para salir a la terraza a enfrentar a los demonios del miedo. Ya con anterioridad me había preparado e informado sobre cómo comenzar sanamente con baños de agua fría. Hace unas semanas comencé con ducharme con agua fría durante los últimos dos minutos del baño y esto creo que sí tuvo un impacto en la resistencia que me emanó al meterme al agua fría.

Wim Hof, mejor conocido como el Ice Man, recapitula el poder de la respiración y la exposición al frío para alcanzar un grado de salud y felicidad elevados.
Más adelante les contaré de los mecanismos fisiológicos detrás de la crioterapia y la hiperventilación, así como el método de Wim Hof, pero por ahora solo les comparto lo que experimenté y cómo pienso continuar.
Me preparé con respiraciones profundas y continuas por dos minutos antes de entrar al agua fría. Lentamente fui metiendo el cuerpo a la tina. Primero comenzó la sensación de espinas o agujas en las extremidades, luego empecé a tiritar. Me levanté rápido por el frío pero fácilmente pude volver a meterme. Me mojé la cara con las manos y eso ayudó a no sentir tan fuerte el choque. Estuve dentro unos 3-4 minutos. Saliendo ya no sentía frío. Adentro de la casa empezó el frío, pero con esa sensación de frescura y alerta. Por una hora aproximadamente, estuve con frío pero con gusto. Voy a tratar de seguir haciéndolo, espero poder meterme diario. Espero que me dure un buen tiempo mi tina/tinaco. Ya veremos cómo va en invierno y a ver cuándo empieza a congelarse el agua! Por lo pronto, me meteré hasta que aguante.
Una excelente forma de empezar el día!!! Totalmente recomendado para activar el sistema inmune, cardiovascular y hematológico, también de paso para y alejara las enfermedades!!! 🙂 ❤️
Les dejo unos links de Wim, ojalá lo disfruten y se animen a la crioterapia! ❤
Querida Angie, me encantó tu tina , pero más tu gran sentido del humor!!
Eres una gran sobreviviente. Te mando un abrazo con gran respeto y cariño, extensivo a tu familia.
Julieta
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