Cuando tienes la cabeza vuelta una telaraña y sientes que estás entre estancamiento y parálisis mental, sirve de mucho ordenar. Ordenar lo que sea, la cocina, la habitación, tus libros, o hasta los cubiertos en el cajón. Limpiar da la sensación de cumplir con algo, de lograr algo, y aunque no se termine de limpiar, al menos sirve de distracción y a veces hasta es buen medio para meditar.
El lunes regreso al trabajo después de algunas semanas en que estuve sin contrato, pero esa es otra historia que si quieren luego les cuento. Y así como el estrés que algunos niños sienten al regresar a la escuela después de un largo período vacacional, así me estoy sintiendo últimamente. Aunque me encanta mi trabajo, tengo ese estrés, irritación, nervios o no sé bien qué es con exactitud, pero que no me deja relajar. Para preparar mis cosas que me llevaré de nuevo a la oficina, estuve buscando lo que necesitaba y entre un papelito por aquí y uno por allá, empecé a organizar todos mis documentos administrativos y de trabajo, cosa que hago cada año o a veces hasta cada dos. Así comenzó el asunto:


Aunque suene ya muy trillado el método Marie Kondo, la verdad es que cuando leí su libro «La magia del orden», me impactó el efecto que tuvo en la forma en la que ordeno, organizo o limpio mi casa. Nunca he visto la serie que dicen que tiene en Netflix, quedé más que satisfecha con haber leído el libro. Se los recomiendo, no solamente porque ayuda a limpiar y ordenar de forma más eficiente, sino también porque sirve para facilitar la forma en la que uno piensa. Las historias que cuenta Marie son un poco cursi, pero en realidad el mensaje es lo que está bueno y lo que rescaté del libro fue muy valioso para mi vida en el trabajo, en la casa y hasta para ver las cosas de otra forma.
De forma muuuy resumida, les dejo las perlas que me quedaron del libro, o al menos lo que yo aplico:
- Siempre que vayas a ordenar algo, saca TODO lo que tenga que ver con lo que quieres limpiar para poder ver qué y cuánto es lo que tienes.
- De lo que sacaste, deshazte de todo lo que no uses (o que no hayas usado en al menos un año).
- Siempre trata de crear CATEGORÍAS dentro de todos los objetos que tengas.
- Cada cosa, por mínima que sea, debe tener su PROPIO LUGAR. Si no lo tiene, entonces quizá no la necesitas.
La última vez que ordené el contenido de mis folders (que contienen documentos de México, Alemania, Austria y Suecia y algunos mezclados) fue talvez hace año y medio, ya no recuerdo. Eso fue antes de leer el libro, que leí el verano pasado. Pues ahora lo apliqué y por fin pude tirar un montonal de documentos que en realidad no necesito!!! Y lo mejor de todo es que ahora sí pude organizar de forma más eficiente pensando en lo que dije antes, CATEGORÍAS. Por ejemplo, tenía un folder de documentos de Alemania donde tenía papeles del banco, del seguro de salud, de compras de electrónicos, etc. Luego otra de Austria medio similar, y así sucesivamente. Al final lo que hice fue dejar carpetas por temas y en su interior solamente dividir por país. Y en realidad, cuando necesito X o Y documento, casi siempre los necesito de los diferentes países, así que tengo que ir a varias carpetas para buscar, además de que no todas tienen el mismo orden. Y con este método de hoy, además de que reduje mucho la cantidad de documentos, ya quedó requete-bien ordenado todo! 😍🤗
Hasta una obra de Lautrec que compré hace años en su casa de Toulouse en Francia, que ya estaba toda empolvada, salió a relucir y a darle un toque más cálido a mi cueva-estudio y la cereza en el pastel, me ha traído muy buenos recuerdos 🥰🤭
Salud! Hoy brindo por el buen Lautrec con un buen Pastis y por Marie con un licor de fresa o algo por el estilo… Salud!

Le diste a uno de mis entretenimientos! Guardar cosas por categorías me encanta 😍
Me gustaLe gusta a 1 persona